Elisabeth Jacquet de La Guerre (1665-1729)
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| Retrato de Elisabeth Jacquet de la Guerre por el pintor François de Troy |
Biografía
Nació en I´lle Saint-Louis uno de los lugares privilegiados de París, al que por diversas razones permanecerá ligada a lo largo de su vida. Sus padres, Claude Jacquet, organista de la iglesia de Saint Louis y Anne de la Touche, procedían de familia de intérpretes, profesores y constructores de claves. Tuvieron, además de Elisabeth, otros tres hijos, Nicolas, Anne y Pierre, los cuales fueron también músicos.
Rodeada de música desde que era una niña, se inició muy pronto con su padre y más tarde proseguiría con sus estudios gracias al interés de varias familias de la alta sociedad parisina.
Según Patricia Adkins Chiti , "a la edad de seis años fue presentada como "niña prodigio" a Luis XIV en Versalles.
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| Imagen de portada de CD |
Madame de Montespán se hizo cargo, personalmente, de su educación y ya en 1677 se la menciona en el editorial del popular diario parisino, Mercure Galant:
"Ha aparecido una maravilla. Canta la música más difícil. Se acompaña a sí misma y a otros cantantes al clavicémbalo, que toca de manera inimitable. Compone música y puede hacerlo en todas las tonalidades. Lleva cuatro años mostrando estas extraordinarias cualidades y sólo tiene diez años"
En 1684 se casó con otro músico, el organista de la iglesia jesuita Marin de la Guerre." (Adkins Chiti, 1995, Capítulo Biografías, p. 226).
A pesar de ello, Elisabeth continuó desarrollando su actividad como clavecinista y compositora, cosa poco habitual en las damas de su época. Al año siguiente, consiguió que se interpretara su primera obra, un ballet con fragmentos cantados, titulado Les jeux à l´honneur de la victoire, ballet para el teatro dedicado a Luis XIV.
Según Anna Bofill Levi, "los ballets en esta época eran ópera/ballet, un género que nació oficialmente en 1697 con Europa Galante de Antoine Houdar de la Motte y de André Campra. Pero si observamos la estructura de esta obra de Jacquet -un prólogo para ensalzar la figura del rey, unas escenas autónomas en cada divertimento entrelazadas por una idea común, y una entrada final haciendo reaparecer los personajes del prólogo- podemos afirmar que ésta de Jacquet, todo y siendo un ensayo anterior a la aparición oficial del género ópera/ballet, puede ser considerada quizás como la primera obra de este género." (Bofill Levi, 2015, Capítulo III, p. 102). El ballet tuvo tal éxito que el rey le pidió nuevas interpretaciones.
A sus veintidós años aparece su primera publicación, Premier Livre de Pièces de Clavecin (1687), aunque ya anteriormente había escrito otras obras de carácter vocal y dramático, que le habían otorgado una reputación muy grande, incluso traspasando fronteras. Ese mismo año dio a luz un hijo que, desgraciadamente murió a los diez años.
Según Anna Bofill Levi, "su primer libro publicado el ya citado las Pièces pour clavecin, que dedicó a Luis XIV, tuvo una buenísima crítica en la prestigiosa revista Le Mercure galant. René Trépagne primo político de Elisabeth, un cura de la diócesis de Chartres que tuvo un papel decisivo en los asuntos reales y además escribió madrigales, epigramas y demás poesía, hizo grandes elogios de su prima y de Luis XIV en esta revista en marzo de 1687:
"Los aplausos que ella ha recibido de la Corte le han dado una reputación tal que se ha difundido hasta los países vecinos en donde su nombre es ya muy conocido"
…El primer libro de piezas para clavecín, hoy guardado en La Biblioteca del Conservatorio de Venecia, tiene el interés de formar parte de los raros volúmenes para clave publicados en Francia en el siglo XVII junto con los de Chambonnières, Labègue y dÁnglebert. Se compone de cuatro suites, cada una de ellas con la sucesión de preludio, allemande, courante (en dos partes), giga y menuet final, y Jacquet es el único compositor de finales del s. XVII que ofrece una tal regularidad formal.
A pesar de sus diesciséis años Jacquet muestra en estas piezas su habilidad en la escritura para el clavecín. El uso de una sabia armonía a veces rebuscada, la elegancia de las líneas melódicas, la variedad rítmica y el equilibrio de las formas atestiguan una evidente disposición en la composición para este instrumento. A las lecciones de sus colegas mayores bien asimiladas, Jacquet aporta una regularidad en la estructura hasta entonces no alcanzada y algunos procedimientos nuevos de escritura, como en los tres preludios de la Tocade una de sus piezas más personales de este libro y en la que su talento brilla por encima de los tiempos en los que le ha tocado vivir.
En esta época vemos en Francia a grandes instrumentistas para el clave y el órgano, con encargos y cargos oficiales. Sin embargo Elisabeth no tuvo nunca un cargo oficial. Ignoramos por qué. Ninguno de dichos instrumentistas tuvo ni su brillo ni su fama. Jacquet, además de ser compositora ha dejado una obra de gran envergadura, incluso en el género operístico. Es la primera mujer
Según Anna Bofill Levi, "...Jacquet entregó a Sebastien de Brossard el manuscrituo de sus primeras sonatas o suonatas como se llamaba esta nueva forma musical que de Italia había llegado a Francia con la música de Corelli. Este estilo italiano entusiasmaba a los músicos del grupo italianizante en el que se encontraban François Couperin y Elisabeth Jacquet. El mismo Brossard anota en su Catalogue des livres de musique de 1724, que todos los compositores de París, sobretodo los organistas, tenían en estos tiempos, "el furor de componer sonatas a la manera italiana". Las sonatas de Jacquet a dos violines, bajo de viola o de violín o un bajo cualquiera y un bajo continuo son las que Brossard copia anotando "que son deliciosas"...
Las primeras sonatas de Jacquet, como las de sus coetáneos Couperin o Rebel, mezclan tradición francesa y características del estilo italiano en la fisonomía de los temas, la expresividad de los movimientos lentos, la búsqueda de armonías y el arte de la modulación" (Bofill Levi, 2015, Capítulo III, p. 104).
Entre los años 1696 y 1698 compuso su Trio sonate y una serie de arias. Hasta 1707 no aparece ninguna publicación. Son años muy difíciles para Elisabeth, primero muere su único hijo que ya deslumbraba a los ocho años por su manera de tocar el clavecín. Más tarde, acontece la muerte de su madre y poco tiempo después su padre en 1702. Su marido fallece en 1704.
Es en 1707 cuando decide cambiar de domicilio para evitar quedarse aislada y poder recibir huéspedes, amigos, dar conciertos en su casa, impartir clases, pero ante todo volver a la composición. Una nueva fase en su vida, enormemente fructífera, que da como resultado unas obras de una gran modernidad y originalidad que la sitúan entre los más grandes compositores de su época.
Entre los años 1707 y 1711 publicó varias colecciones. Una de ellas agrupa las Pièces de clavecin qui peuvent se joüer sur le viollon ( piezas en forma de suite, que posiblemente, Elisabeth interpretaba e improvisaba con magnífico talento), otra la constituyen sus Six Sonates pour le viollon et pour le clavecin y, por último, las dos colecciones de Cantatas spirituelles.
Según Titon du Tillet, en Le parnasse Fraçois:
"Un talento maravilloso para preludiar y tocar fantasías en el acto, y, a veces, durante media hora entera, ella toca un preludio y una fantasía con cantos y acordes muy variados y de excelente gusto, que encantaban a los oyentes"
Ambas colecciones de piezas para clavecín son proféticas porque su escritura tendrá una gran influencia durante el siglo XVIII, como podemos observar en obras como Pièces de Clavecin en Concerts (1741) del reconocido compositor francés Jean-Philippe Rameau. Serán proféticas también sus sonatas para clavecín acompañadas por el violín pues inician el futuro desarrollo de la sonata para violín y piano que veremos en la segunda mitad del siglo XVIII con Mozart (por ejemplo, Sonata Op.2, Viena 1781) y más tarde Beethoven (por ejemplo su Sonata Op.30, Viena 1803).
Según Anna Bofill Levi, "las Six Sonates pour le viollon et pour le clavecin ( En la imagen una portada de CD) muestran una notable evolución respecto a las primeras sonatas, profundiza en su trabajo sobre la forma y hace más complejo su lenguaje rítmico, su organización armónica e intensifica el papel de solista de la viola, de la que conoce bien sus potencialidades. Muestra, como François Couperin, una gran libertad respecto a los modelos italianos rechazando toda estructura estereotipada. La crítica comenta que en ellas se une la ternura con el fuego, la bella armonía con la naturalidad, es decir los gustos de la época: la ternura y la naturalidad francesas con la armonía y el fuego italianos.
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Otro género que cultiva Jacquet en esta fase de su vida el de la cantata, género muy en boga en Francia entre 1700 y 1730, período en el que se escribieron unas ochocientas cantatas. La cantata francesa es una forma poética cuyo invento se atribuye al poeta Jean-Baptiste Rousseau que se presenta como un poema dividido en estrofas irregulares, unas llamadas recitativos, otras arias. La cantata suele comprender una alternancia de tres recitativos y tres arias, la mayoría de ellas se inspira en la mitología, otras en temas galantes o de actualidad y por último otras en textos piadosos o morales. Elisabeth Jacquet con sus doce cantatas es el compositor con la producción más grande en este género. Tres volúmenes de cantatas publicadas en 1708, 1711, 1715 que son excepcionales por su modernidad. Los dos primeros llevan por título Cantates françoises sur des sujets tirez de lÉcriture. El primero contiene las cantatas Esther, Le passage de la mer rouge, Jacob et Rachel, Jonas, Suzanne et les viellards y Judith sobre textos de Antoine Houder de la Motte que fueron acogidas con gran entusiasmo por la crítica. Tres de estas cantantes vemos que están inspiradas en los personajes femeninos: Esther, Susanna y los viejos y Judith. La elección de textos bíblicos resulta bastante original en una época en que la moda se centra en tema mitológicos. Enardecida por los elogios escribe el segundo que incluye Adam, Le Temps Rebastí, Le Dèluge, Joseph, Jephté y Samson para voz y bajo continuo.
Le Sommeil dÚlisse es la expresión de un lenguaje maduro, depurado, de una gran perfección muy cercana a la ópera, que todo y queriendo representar el gusto francés, integra el estilo italiano que ella introduce en Francia, con gran dominio melódico, armónico y rítmico, lleno de contrastes y rupturas.
Su último trabajo conocido es un Te Deum de 1721, cantado en las celebraciones para el restablecimiento de Luís XV después de la viruela, que no se conserva, pero que nos recuerda al Te Deum que Antonia Bembo había dedicado al bisabuelo de este rey cuando estaba enfermo.
Elisabeth Jacquet de La Guerre murió el 27 de junio de 1729 habiendo alcanzado la
" Au Grands Musiciens, jái disputé le prix"
("Entre los grandes músicos, competí por el premio")
(Bofill Levi, 2015, Capítulo III, p. 106 y 107).
Sin duda Elisabeth tuvo un gran talento y también la suerte de encontrarse en un ambiente cultural que facilitó sus posibilidades de componer lo que quería (Adkins Chiti, 1995, Capítulo Biografías, p. 226).
Referencias bibliográficas:
Adkins Chiti, Patricia.1995. Las mujeres en la música. Madrid: Alianza Editorial.
Bofill Levi, Anna. 2015. Los sonidos del silencio. Aproximación a la historia de la creación musical de las mujeres. España: Editorial Aresta.
Élisabeth Jacquet de La Guerre. (2021, 5 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15:56, octubre 24, 2021 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=%C3%89lisabeth_Jacquet_de_La_Guerre&oldid=134545252.
Partituras para piano solo y audios
Partituras para grupos instrumentales (RTA) y audios
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| Dedicatoria en Céphale et Procris |
Céphale et Procris (4 voces y continuo)
4 Trio Sonatas (2 violines, continuo)
Alice Ungerer, soprano Charlotte Gerbitz, violon baroque Lukas Schneider, viole de gambe
Obras
Teatro
- Ballet Les jeux à l’honneur de la victoire (1691)
- Ópera (tragédie lyrique) Céphale et Procris (1694)
Música vocal
- Cantates françoises sur des sujets tirez de l'Ecriture, livre I (1708)
- Cantates françoises, livre II (1711)
- La musette, ou Les bergers de Suresne (1713)
- Cantates françoises (1715)
- Te Deum (1721)
- Algunas canciones publicadas en Recueil d'airs sérieux et à boire (1710–1724)
Instrumental
- Pièces de clavessin (1687)
- Pièces de clavecin qui peuvent se jouer sur le viollon (1707)
- 6 sonates for violin and basso continuo (1707)
- En manuscrito: cuatro sonatas para violín, viola da gamba y bajo continuo, cuatro sonatas en trío para 2 violines, viola da gamba y bajo continuo
Catálogo de obras extraído : Élisabeth Jacquet de La Guerre. (2021, 5 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15:56, octubre 24, 2021 desde https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=%C3%89lisabeth_Jacquet_de_La_Guerre&oldid=134545252.
Fuentes de las imágenes:
Imagen 1 y 11.- Nishinaga, Melody (2015). http://journal.juilliard.edu/journal/1503/elisabeth-jacquet-de-la-guerre
Imagen 2.- Ebay (2018). https://www.ebay.fr/itm/Elisabeth-Jacquet-de-la-Guerre-Elisabeth-Jacquet-De-La-Guerre-Complete-/382383420360
Imágenes 3 a 6, 9 y 12 extraídas mediante captura de pantalla de IMSLP
Imagen 7.- Zubich, Andrea (17 de marzo de 2013). Élisabeth Jacquet de la Guerre.The Seventeeth Lady Century. Recuperado el 8 de Marzo de 2022 de http://www.andreazuvich.com/history/elisabeth-jacquet-de-la-guerre/
Imagen 8.- Amazon. https://m.media-amazon.com/images/I/81Vp9SbtU5L._SX425_.jpg
Imagen 10.- Warszawski, Jean-Marc (6 de diciembre de 2018). Jacquet de la Guerre Élisabeth 1665-17729. Musicologie.org. Recuperado el 8 de marzo de 2022 de https://www.musicologie.org/Biographies/j/jacquet_de_la_guerre_elisabeth.html
He escuchado la obra “Suite in D minor” de Élisabeth Jacquet de La Guerra y me ha parecido muy interesante ya que su estilo es diferente al que suelo escuchar. Me ha gustado bastante y escucharé más de este tipo.
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